Esta semana hemos disfrutado enormemente desayunando con Jesús Revuelta, consultor estratégico y director creativo independiente con una larga experiencia en el sector (premio a la trayectoria sub41 de los premios eficacia), y a quien tuve la inmensa suerte de conocer allá por 2016.  En Jesús descubrí a una mente despierta, inquieta, deseosa de crear, aportar y crecer en todos los sentidos y que, con una mirada constante puesta en el futuro, y de ojos llenos de brillo y pasión por lo que hace, me brindó la oportunidad de aproximarme a un mundo ambicioso, competitivo y rodeado de muchas luces, premios y sombras donde el mantenerse auténtico, rebelde, único, original a la par que sereno y paciente, es realmente todo un reto.  Por todo ello, le estoy absolutamente agradecida y no menos, por haber encontrado el espacio para desayunar conmigo y seguir compartiendo “insights” excelentes sobre pensamiento provocador y creatividad a raudales 😉  

1. Un desayuno creativo que te despertara de verdad seria (cómo, dónde, con quién?)

Supongo que escucharíamos el sonido de los pájaros o del mar, en un bosque o junto a una playa. Por ejemplo en los pinares del parque natural de las dunas de Liencres, en la desembocadura del Río Pas, que hay ambas cosas. Con los primeros rayos de sol. Sería seguramente con alguna persona querida con la que me sienta como en casa y que quizá acaba de venir de un viaje o de vivir alguna experiencia inesperada que contar o simplemente de un tiempo sin vernos.

2. ¿Qué es la creatividad para ti?

Aprovechar los recursos a tu disposición para combinarlos de una manera transformadora o para sacar partido con un fin concreto.

La creatividad es en sí misma un recurso también.

Pienso que creatividad e intuición son dos de los más infravalorados en la sociedad actual, que se preocupa y confía tanto en los datos que deja poco margen para la magia, la ilusión, lo inesperado, que es justo lo que nos hace progresar, sentir, sorprendernos,…

3. ¿Cómo la incluyes o aplicas en tu día a día?

Menos de lo que cabría esperar. En casa de herrero…

4. Qué incluyes en tu trabajo/proyectos para que sean más creativos y por tanto que te motiven más a ti y a tu organización.

Propósito, ambición y verdad. La motivación es fundamental, y cuando trabajas para un fin mayor que tú mismo, para algo en lo que crees, eso multiplica. Por otro lado, “ambición” de no limitarte a hacer lo que te piden sino lo mejor que puedas sacar de la situación, aunque no sea exactamente lo que se espera y asumiendo que puedes llevarte muchos chascos. Y “verdad”, que es necesaria para perder menos tiempo y sobre todo establecer una relación de confianza con quien te ha llamado, incluso aunque muchas veces poner esas verdades sobre la mesa sea incómodo.

5. Si te digo “culturas despiertas..” lo primero que se te viene a la cabeza es…

No sé por qué, me han venido dos cosas muy distintas. Primero he visualizado una comunidad indígena viviendo en la selva, bien integrada en su espacio, atentos y conocedores de su entorno y que utilizan su propia tecnología. Que para nosotros quizá pueda parecer rudimentaria pero que a ellos les funciona. Luego me ha venido el concepto de “pensamiento hacker”. 

6. Retrato robot de un líder creativo / despierto:

No sé si puede haber un retrato robot. Supongo que hay muchas formas de serlo. Pero desde luego

es alguien que predica con el ejemplo y que intenta vivir un poquito por delante del hoy.

7. Cómo sería para ti un profesional ideal:

Alguien que se esfuerza, que es crítico y constructivo, honesto, que soluciona las cosas hablando de frente y con mano izquierda, que es capaz de mantener un espíritu positivo en el equipo y que le da vueltas a las cosas para encontrar soluciones incluso antes de que otros vean los problemas.

Que intenta avanzar con autonomía y buscándose la vida, pero es capaz de reconocer cuándo hay que levantar la mano y pedir ayuda.

8. ¿Cómo crees que serán las organizaciones del futuro? Y tú ¿qué te ves haciendo en ellas?

Lo que puedo intuir desde mi humilde perspectiva es que aquellas organizaciones que tienen muy claro para qué existen -y no me refiero a ganar dinero, sino a ese fin superior-, será más fácil que perduren, atraigan talento motivado y colaboración que multiplique. Y aquellas que, con decisiones tanto hacia dentro como hacia afuera, contribuyan de manera más clara con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que son la guía para hacer el bien, también. ¿Quién no querría trabajar en un lugar que hace el mundo mejor?

Pienso que conceptos o KPIs económicos como el crecimiento, el beneficio o el PIB están empezando a ser cuestionados y empezando a mutar en indicadores más completos, que tengan en cuenta cómo las organizaciones hacen “prosperar” a las personas y sociedades y no solo “crecer”.

Cuando realmente cambie lo que medimos, cambiará lo que hacemos para conseguirlo. Y ese cambio, creo, aunque despacio, ya está empezando.

9. ¿Crees que en las organizaciones de nuestra sociedad/sistema existe el espacio para el error? ¿Qué piensas acerca de integrarlo como una forma de crecer y avanzar?

No sé si es generacional o si es algo que sucede más en Europa que en otros lugares, o si es algo propio de países católicos con un concepto muy fuerte de bien vs mal, pero tengo claro que no hemos sido educados para aprender fallando. Es un tópico de conversación de startup que en EEUU el que acierta es porque ya ha fallado muchas veces.

Aquí parece que tengamos que nacer aprendidos. Me parece que tiene consecuencias muy tóxicas, no solo en las emociones humanas, sino en todos los ámbitos de la vida y, por supuesto, en la empresa.

Porque limita mucho la creatividad, limita las posibilidades. Se tiende a hacer lo que no falle, lo que ya se sabe, lo que ya se ha hecho, lo que está probado porque se conocen sus potenciales resultados, en vez de lo que podría mejorar, las posibilidades que podrían abrirse, el potencial. Desde luego, es un reto cultural y educativo cambiar esto.

10. Cosas buenas que nos traerá el futuro y cosas del pasado que deberíamos salvar…

Creo que la palabra del futuro es “regeneración”.

Pienso que será la que sustituta la ya gastada y poco creíble “sostenibilidad”. No podemos limitarnos a no hacer daño -que es lo que en realidad quiere decir la sostenibilidad, aunque no hayamos llegado a ella- sino aprovechar el impulso para regenerar lo que nos hemos cargado. Y eso debería aplicar no solo en lo ambiental sino también en lo social.

Para lograrlo habrá que aplicar muchas soluciones nuevas, pero seguro que hay alguna que recuperamos mirando hacia atrás.