El lenguaje del cuerpo como un puente para sentir al otro

 Hace unos días tuve el placer de acompañar a mi socio y amigo José carnero a recoger un premio más que merecido por su trayectoria profesional como presidente de  Uno entre cien mil y más concretamente por su contribución al dialogo y la mediación en su día a día

Durante el evento rodeada de profesionales que ejercían como mediadores tome consciencia por mi primera vez de lo que significa la palabra mediación y sobre todo de lo que en mí resonaba.

Ser mediador me llega hoy más que nunca como la oportunidad de desarrollar la escucha y la presencia del otro de una forma extraordinaria, radical y urgente. Ser mediador me habla del reto nada sencillo de meternos en los zapatos de una realidad nueva y caminar con ellos o sin ellos (a veces no es confortable) . Ser mediador señala una oportunidad de apertura, de aceptación, de atreverse a cruzar caminos no escrutados y salir reforzado, un viaje de transformación del que acompaña y el acompañado, sin reservas y muchas veces atravesando dolor.

Hace unos años creía profundamente en las palabras como herramienta de transformación y crecimiento de las personas y la sociedad. Hoy sigo pensando que el lenguaje es un vehículo muy importante de conexión y comprensión de la realidad del otro, sigo pensando también que anticipar con palabras realidades futuras permite que estas se hagan más posibles. Sin embargo, he incorporado una nueva consciencia del valor del cuerpo, de la mirada, del silencio, de las lágrimas y de las risas como puentes para buscarnos activamente y entendernos cuando nuestros mundos nos extrañan y nos asustan

La comunidad negra es un ejemplo de colectivo creciente en España que sin embargo sufre constantemente una exclusión simplemente por el color de su piel. Ser un niño o una niña negra significa encontrar muy pocas referencias aspiracionales y sus padres lo saben y lo denuncian: Más allá del deporte y de los denominados manteros es difícil encontrar un médico, una profesora, un director de banco, un actor o una presentadora negra. Y a la vez, como si de una contradicción se tratase, cada vez son más profesionales negros que deciden abrir su propio negocio, emprender y aprender un nuevo oficio como vía para sentirse incluidos y respetados

Las instituciones españolas a través de la escuela no han sabido dar las herramientas para ayudar a esta inclusión. Si combinamos la marginalidad que vive aún una mujer en España con su condición de ser negra la realidad se torna en un maratón diario.

Los medios de comunicación dan hoy poca visibilidad a las mujeres negras, el discurso políticamente correcto, el paternalismo o la compasión son comportamientos que lamentablemente sufren estas mujeres a diario en España.

La asociación de actores y actrices The black view busca visibilizar y lograr una dignidad para el colectivo de actores y actrices negros hasta ahora imposible. Pilar Pardo” cofundadora” de esta asociación habla de la necesidad  de “ no tener miedo a incluir una médica negra como actriz protagonista en las series de netflix ” y desde el propósito de esta asociación reclaman a los productores ” Contraten actores y actrices negras, enriquecerán sus producciones y darán ejemplo que como siempre es un camino clave de aprendizaje para toda la sociedad”

En el contexto político y mediático de los últimos tiempos donde más de uno hemos vivido una profunda radicalización y una falta de veracidad en los mensajes me ha entrado una urgencia profunda de entender , pero sobre todo de sentir , a otro ser humano diferente a mí, uno con el que nunca hasta ahora he compartido una película, una comida o una simple conversación personal. Sentirlo como un ser humano legítimo y con un derecho indiscutible a tener un lugar transcendente en el mundo, mirarnos en silencio para poder reconocernos, emocionarnos y así sentir al fín que siempre estuvimos conectados.