
Me chifla esta filosofía! Y no concibo el cambio de nada ni de nadie sin aplicarla.
Cuando me senté para escribir sobre los errores… tuve claro empezar por leer qué nos contaba la RAE sobre esta palabra. Esto tiene que ver seguramente con mi pasión por los datos unida a haber pasado casi quince años trabajando en un mundo Word. Qué gran desafío cuando piensas en Excel!
Así que, me leí las cinco acepciones de la RAE y solté una carcajada al leer la última! Qué alivio vivir el error en sintonía con la RAE y con las Matemáticas!.
- m. Fís. yMat. Diferencia entre el valor medido o calculado y el real.
Vale!, ¿ y ahora qué? Pues dejadme que comparta con vosotros mi opinión sobre esta palabrita que no siempre nos despierta sentimientos agradables.
Siento que mi crecimiento personal y profesional no lo podría explicar sin todo lo que crecí y aprendí gracias a todas las veces que el resultado real fue distinto del esperado; aunque tengo que confesar que en ciertos casos he necesitado algún tiempo para poder crecer con mis errores y reírme de ellos. Pero, tenía claro que el error servía para algo SEGURO!
Durante el último año, he intentado encontrar una explicación al porqué las empresas saben que necesitan cambiar, despertar, transformarse pero, en muchos casos, no lo consiguen. Es decir, hay una diferencia entre el resultado calculado y el real. ERROR!
Y yo creo que esa resistencia al cambio que tenemos tanto como individuos como en las organizaciones, sufriría un buen impulso si dejásemos de ver el error como un enemigo y de castigarlo.
¿Por qué no nos animamos a ver el error de otro color?. ¿Qué tal verde esperanza? Y recibámosle con una buena carcajada!
Patricia Arjones